Cuando quiero viajar en el tiempo, hago esta tortilla. Me recuerda a las vacaciones, a los bocatas de cena de sobaquillo en la playa, al tiempo libre...uuuummmm, a muchas cosas buenas en realidad, así que la hacemos a menudo. Y cuenta con la virtud de necesitar sólo dos ingredientes que tenemos siempre a mano por casa. Y además la preparamos en menos que canta un gallo. Vamos a ello, no hay tiempo que perder.
Lo primero que haremos para hacer nuestra tortilla de cebolla será pelar y lavar las cebollas y cortarlas en juliana. No hace falta que sea muy fina.
Ahora calentamos en una sartén una cantidad abundante de aceite y freímos la cebolla a fuego no muy fuerte para que no se dore demasiado.
Mientras se hace, echamos los huevos en un bol con la cantidad correspondiente de sal y los batimos con la mariposa o muy bien a mano, hasta que estén espumosos.
Los reservamos, y cuando la cebolla esté lista, le escurrimos el exceso de aceite y la incorporamos a la mezcla de huevos. Removemos bien y calentamos un poco de aceite en otra sartén o en esa misma, y le damos forma a nuestra deliciosa tortilla.
Bajamos el fuego para que se cueza por dentro sin quemarse por fuera y dejamos que se dore por ambas partes. Le iremos dando vueltas con un plato y cuando esté doradita ya la tendremos lista para disfrutarla.
Queda muy suave y muy jugosa. Si no la habéis probado aún os va a encantar.
Muy buen provecho!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que haremos para hacer nuestra tortilla de cebolla será pelar y lavar las cebollas y cortarlas en juliana. No hace falta que sea muy fina.
Ahora calentamos en una sartén una cantidad abundante de aceite y freímos la cebolla a fuego no muy fuerte para que no se dore demasiado.
Mientras se hace, echamos los huevos en un bol con la cantidad correspondiente de sal y los batimos con la mariposa o muy bien a mano, hasta que estén espumosos.
Los reservamos, y cuando la cebolla esté lista, le escurrimos el exceso de aceite y la incorporamos a la mezcla de huevos. Removemos bien y calentamos un poco de aceite en otra sartén o en esa misma, y le damos forma a nuestra deliciosa tortilla.
Bajamos el fuego para que se cueza por dentro sin quemarse por fuera y dejamos que se dore por ambas partes. Le iremos dando vueltas con un plato y cuando esté doradita ya la tendremos lista para disfrutarla.
Queda muy suave y muy jugosa. Si no la habéis probado aún os va a encantar.
Muy buen provecho!