Hoy nos vamos a hacer una tortilla de calabacines que están en plena temporada y hay que aprovechar ese regalo. Vamos a comer sano y no nos vamos a liar demasiado en la cocina que sé que a algun@s de vosotr@s os gusta pasar por ahí de puntillas, pero alimentarse bien es fundamental. Venga, delantal atado y a empezar.
Lo primero que haremos para preparar nuestra tortilla de hoy es lavar bien los calabacines porque no les vamos a quitar la piel.
Luego le quitamos ambos extremos y los vamos cortando a rodajitas enteras. Reservamos.
Calentamos una sartén con abundante aceite de oliva y freímos los calabacines hasta que estén. Tendremos que ir probándolos, dependerá del grosor de la rodajita que hemos cortado. No los haremos mucho, los dejaremos al dente y les echaremos una pizca de sal.
Mientras se hacen batimos los cuatro huevos con un poco de sal, o bien a mano muy bien batidos o con la mariposa hasta que estén bien espumosos y cuando los calabacines estén listos, los escurriremos del exceso de aceite y los añadiremos al bol de los huevos batidos junto con una pizca de orégano. Os recomiendo que compréis la plantita y sequéis el orégano en casa. La diferencia es más que notable.
Retiramos el aceite sobrante de la sartén y o bien en la misma o bien en otra, echaremos un poquito de aceite para hacer la tortilla.
Cuando esté caliente, añadimos toda la mezcla, bajamos el fuego a medio y dejamos que se haga poco a poco para que el calor también le llegue al centro. Le vamos dando vueltas hasta que la veamos doradita por ambas partes y ya está. Así de fácil.
Recién hecha, fría, con pan, a secas…esta tortilla está buenísima de cualquier manera.
Buen provecho!!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que haremos para preparar nuestra tortilla de hoy es lavar bien los calabacines porque no les vamos a quitar la piel.
Luego le quitamos ambos extremos y los vamos cortando a rodajitas enteras. Reservamos.
Calentamos una sartén con abundante aceite de oliva y freímos los calabacines hasta que estén. Tendremos que ir probándolos, dependerá del grosor de la rodajita que hemos cortado. No los haremos mucho, los dejaremos al dente y les echaremos una pizca de sal.
Mientras se hacen batimos los cuatro huevos con un poco de sal, o bien a mano muy bien batidos o con la mariposa hasta que estén bien espumosos y cuando los calabacines estén listos, los escurriremos del exceso de aceite y los añadiremos al bol de los huevos batidos junto con una pizca de orégano. Os recomiendo que compréis la plantita y sequéis el orégano en casa. La diferencia es más que notable.
Retiramos el aceite sobrante de la sartén y o bien en la misma o bien en otra, echaremos un poquito de aceite para hacer la tortilla.
Cuando esté caliente, añadimos toda la mezcla, bajamos el fuego a medio y dejamos que se haga poco a poco para que el calor también le llegue al centro. Le vamos dando vueltas hasta que la veamos doradita por ambas partes y ya está. Así de fácil.
Recién hecha, fría, con pan, a secas…esta tortilla está buenísima de cualquier manera.
Buen provecho!!