Nos gusta mimaros y no enredaros mucho en verano en la cocina como sabéis pero no puedo dejar pasar la ocasión de compartir esta receta. No es laboriosa, sólo en el montaje tendréis que tener un poco de cuidado, pero nada más. Es un plato refrescante y muy atractivo con el que vais a sorprender a toda la mesa. No os entretengo más que nos tenemos que poner manos a la obra. Vamos!!
Lo que vamos a hacer es preparar las tres sopas frías para luego dejarlas en la nevera hasta la hora de servir. Así que yo os aconsejo que al menos las zanahorias y la remolacha las tengáis cocidas del día anterior. Pero también un apunte, la sopa de zanahoria se puede hacer también sin haberla cocido previamente, lo único que la textura no queda tan fina, pero en caso de olvido, se puede hacer. Y la remolacha la venden cocida ya también, opción que sí que desaconsejo totalmente, pero la opción existe.
Entonces, preparamos primero la de zanahoria, echando en un vaso para poder triturar con la batidora de mano, las zanahorias cocidas, el aceite, la bebida de soja, la sal y la pimienta y batimos hasta que esté textura sopa. Reservamos en la nevera.
Ahora hacemos lo mismo con la de remolacha. Echamos los ingredientes correspondientes en el vaso ya lo batimos. Reservamos también en la nevera.
Y por último preparamos la de pepino.
Al llevar más cantidad de líquido esta la podemos preparar en un vaso batidor.
Seguimos el mismo proceso que con las otras, añadimos el pepino sin pelar, al ajo bien picadito, el yogur, el limón, el aceite, la sal y la pimienta ya a triturarlo todo. Y reservamos en la nevera.
Ya las tenemos listas. Las dejamos enfriar bien y a la hora de montar, pondremos las más espesas bajo y la más líquida, la de pepino, arriba.
Cogemos el vaso donde vayamos a servirlas y con una cuchara sopera añadimos la cantidad que queramos de sopa de zanahoria, repartimos bien con la cuchara y listo. Llega el turno de la sopa de remolacha, mismo procedimiento, con una cuchara de sopa, añadimos la cantidad que consideremos, y con la ayuda de la cuchara vamos repartiendo y extendiéndola bien hacia los bordes. Lista también.
Y ahora vamos con la de pepino. Esta la podemos echar con un cucharón ya que es más líquida y tenemos que echar más. Con cuidado la vamos añadiendo hasta que esté bien lleno el vaso y misión cumplida.
Os va a encantar, ya lo veréis, nadie se quedará indiferente y es otra manera de tomar algo fresquito de entrante para esta calurosa estación.
Buen provecho!!!
Para decorarla he usado unas pipas de calabaza, semillas de sésamo negro y un chorrito de aceite de oliva.
Ingredientes
Pasos
Lo que vamos a hacer es preparar las tres sopas frías para luego dejarlas en la nevera hasta la hora de servir. Así que yo os aconsejo que al menos las zanahorias y la remolacha las tengáis cocidas del día anterior. Pero también un apunte, la sopa de zanahoria se puede hacer también sin haberla cocido previamente, lo único que la textura no queda tan fina, pero en caso de olvido, se puede hacer. Y la remolacha la venden cocida ya también, opción que sí que desaconsejo totalmente, pero la opción existe.
Entonces, preparamos primero la de zanahoria, echando en un vaso para poder triturar con la batidora de mano, las zanahorias cocidas, el aceite, la bebida de soja, la sal y la pimienta y batimos hasta que esté textura sopa. Reservamos en la nevera.
Ahora hacemos lo mismo con la de remolacha. Echamos los ingredientes correspondientes en el vaso ya lo batimos. Reservamos también en la nevera.
Y por último preparamos la de pepino.
Al llevar más cantidad de líquido esta la podemos preparar en un vaso batidor.
Seguimos el mismo proceso que con las otras, añadimos el pepino sin pelar, al ajo bien picadito, el yogur, el limón, el aceite, la sal y la pimienta ya a triturarlo todo. Y reservamos en la nevera.
Ya las tenemos listas. Las dejamos enfriar bien y a la hora de montar, pondremos las más espesas bajo y la más líquida, la de pepino, arriba.
Cogemos el vaso donde vayamos a servirlas y con una cuchara sopera añadimos la cantidad que queramos de sopa de zanahoria, repartimos bien con la cuchara y listo. Llega el turno de la sopa de remolacha, mismo procedimiento, con una cuchara de sopa, añadimos la cantidad que consideremos, y con la ayuda de la cuchara vamos repartiendo y extendiéndola bien hacia los bordes. Lista también.
Y ahora vamos con la de pepino. Esta la podemos echar con un cucharón ya que es más líquida y tenemos que echar más. Con cuidado la vamos añadiendo hasta que esté bien lleno el vaso y misión cumplida.
Os va a encantar, ya lo veréis, nadie se quedará indiferente y es otra manera de tomar algo fresquito de entrante para esta calurosa estación.
Buen provecho!!!
Para decorarla he usado unas pipas de calabaza, semillas de sésamo negro y un chorrito de aceite de oliva.