Autor: Susana Vidal
Tiempo de preparado10 minTiempo de cocinado20 minTiempo total30 min

Ahora que las temperatura lo permiten podemos dejar un día de lado el gazpachito y darle la bienvenida a alguna otra sopa aunque nos la comamos a temperatura ambiente o no muy caliente. Esta en concreto se puede tomar hasta fría pero yo encuentro que los matices que tiene mejor disfrutarlos con unos cuantos grados más. Su elaboración es muy sencilla y se hace en menos de media hora. Os va a sorprender que una preparación a la que le vamos a dedicar tan poco tiempo esté tan sumamente deliciosa. La combinación con la menta y el tahín, hacen de esta sopa algo delicado pero con fuerza. Ligera, sana y para cualquier día de la semana. Aprovechemos los últimos coletazos de estos calabacines fantásticos con los que aún podemos deleitarnos. Vamos a la cocina pues!

Para 2- 3 personas
 1 cebolla
 2 dientes de ajo
 3 calabacines
 250 g de caldo de verduras
 6 hojas de menta grandes
 2 cucharadas de postres de tahín
 sal
 pimienta negra recién molida
 aceite de oliva virgen extra
1

Lo primero que haremos será lavar los calabacines, cortarles las puntas y cortarlos a rodajas gruesas. Como sabéis es mejor no quitarles la piel, pero insisto, si no son ecológicos mejor pelarlos.
A continuación pelamos y lavamos la cebolla y la cortamos a trocitos que no hacen falta que sean muy pequeños ya que luego lo vamos a triturar todo.
Ahora ponemos a calentar un poco de aceite de oliva en una cazuela, el suficiente para que cubra su superficie y rehogamos las cebollas y los dos dientes de ajo.
Una vez la cebolla esté bien transparente, añadimos el calabacín, removemos un poco y le agregamos el caldo de verduras.
Yo siempre tengo en casa caldo hecho. Para mí es como tener café, es algo que no me falta. Con unos puerros, unas zanahorias, un poco de perejil, unas algas wakame, unas hojas de borraja o remolacha, lo que tenga en ese momento, hago un caldo en un momento y siempre lo tenemos de fondo para hervir arroces, pastas o como simple sustituto del agua.
Entonces, después de echar el caldo dejamos que se cocine el calabacín comprobando su estado pinchándolo con un palito de madera.
Cuidado que no se nos pase y nos pierda todas las propiedades por el camino.
Una vez listo, apagamos el fuego y le añadimos el tahín y la menta picada.
Ahora lo batimos hasta obtener una sopa y salpimentamos. Probamos por si tuviéramos que corregir de algún condimento y listo! Así de rápido y así de fácil.
Para servirlo a mí me gusta deshacer una cucharada de tahín en leche vegetal caliente y dibujarle una espiral a la sopa, pero esto ya es opcional, no variará su sabor delicado.
Nosotros dejamos que pierda todo el calor inicial y lo comemos a la hora de haberlo hecho, eso si hace calor, si hace frío bien calentito.
De cualquier manera, a la mesa y
Buen provecho!!

Ingredientes

Para 2- 3 personas
 1 cebolla
 2 dientes de ajo
 3 calabacines
 250 g de caldo de verduras
 6 hojas de menta grandes
 2 cucharadas de postres de tahín
 sal
 pimienta negra recién molida
 aceite de oliva virgen extra

Pasos

1

Lo primero que haremos será lavar los calabacines, cortarles las puntas y cortarlos a rodajas gruesas. Como sabéis es mejor no quitarles la piel, pero insisto, si no son ecológicos mejor pelarlos.
A continuación pelamos y lavamos la cebolla y la cortamos a trocitos que no hacen falta que sean muy pequeños ya que luego lo vamos a triturar todo.
Ahora ponemos a calentar un poco de aceite de oliva en una cazuela, el suficiente para que cubra su superficie y rehogamos las cebollas y los dos dientes de ajo.
Una vez la cebolla esté bien transparente, añadimos el calabacín, removemos un poco y le agregamos el caldo de verduras.
Yo siempre tengo en casa caldo hecho. Para mí es como tener café, es algo que no me falta. Con unos puerros, unas zanahorias, un poco de perejil, unas algas wakame, unas hojas de borraja o remolacha, lo que tenga en ese momento, hago un caldo en un momento y siempre lo tenemos de fondo para hervir arroces, pastas o como simple sustituto del agua.
Entonces, después de echar el caldo dejamos que se cocine el calabacín comprobando su estado pinchándolo con un palito de madera.
Cuidado que no se nos pase y nos pierda todas las propiedades por el camino.
Una vez listo, apagamos el fuego y le añadimos el tahín y la menta picada.
Ahora lo batimos hasta obtener una sopa y salpimentamos. Probamos por si tuviéramos que corregir de algún condimento y listo! Así de rápido y así de fácil.
Para servirlo a mí me gusta deshacer una cucharada de tahín en leche vegetal caliente y dibujarle una espiral a la sopa, pero esto ya es opcional, no variará su sabor delicado.
Nosotros dejamos que pierda todo el calor inicial y lo comemos a la hora de haberlo hecho, eso si hace calor, si hace frío bien calentito.
De cualquier manera, a la mesa y
Buen provecho!!

SOPA DE CALABACÍN CON MENTA
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