Hoy os voy a enseñar la salsa clásica de tomate, recurrente donde las haya, pero con un matiz diferente, la albahaca, que dejará su huella sabrosona. Si alguien me dijera que me tengo que ir a una isla desierta y sólo me puedo llevar una cosa, sería ALBAHACA. Me tiene totalmente obnubilada. Se elabora muy fácilmente y en un periquete, no os llevará más de 20 minutos.
Lo primero que tenéis que hacer es lavar los tomates y cortarlos a trozos. Reservad.
Ahora cortáis la cebolla y el ajo, también a cuadraditos.
Después de estos pasos, ponéis los tres ingredientes en el vaso de la batidora y trituráis bien.
Ahora calentáis el aceite en una sartén y añadís el preparado del vaso, más la sal, el azúcar,para quitarle la acidez y un chorrito de vino blanco si os gusta, si no podéis prescindir de él perfectamente.
Bajáis a fuego suave y cocináis entre 15- 20 minutos, hasta que veáis que todos los ingredientes están totalmente integrados. Id removiendo en este transcurso de tiempo de vez en cuando y comprobando que no se pegue.
Durante este ratito podéis ir lavando y picando la albahaca.
Pasado este tiempo vuestra deliciosa salsa de tomate casera estará casi lista.
Sólo faltará añadirle a última hora la albahaca fresca picadita y voilà, a la mesa a disfrutar.
Riquísima con pasta, arroz, patatas, bulgur, quínoa, para pizzas, sólo que la albahaca la tendríais que añadir al sacar la pizza del horno…en fin, para mil recetas. Ya le iremos dando uso.
Buen provecho!!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que tenéis que hacer es lavar los tomates y cortarlos a trozos. Reservad.
Ahora cortáis la cebolla y el ajo, también a cuadraditos.
Después de estos pasos, ponéis los tres ingredientes en el vaso de la batidora y trituráis bien.
Ahora calentáis el aceite en una sartén y añadís el preparado del vaso, más la sal, el azúcar,para quitarle la acidez y un chorrito de vino blanco si os gusta, si no podéis prescindir de él perfectamente.
Bajáis a fuego suave y cocináis entre 15- 20 minutos, hasta que veáis que todos los ingredientes están totalmente integrados. Id removiendo en este transcurso de tiempo de vez en cuando y comprobando que no se pegue.
Durante este ratito podéis ir lavando y picando la albahaca.
Pasado este tiempo vuestra deliciosa salsa de tomate casera estará casi lista.
Sólo faltará añadirle a última hora la albahaca fresca picadita y voilà, a la mesa a disfrutar.
Riquísima con pasta, arroz, patatas, bulgur, quínoa, para pizzas, sólo que la albahaca la tendríais que añadir al sacar la pizza del horno…en fin, para mil recetas. Ya le iremos dando uso.
Buen provecho!!