Existen muchas maneras de elaborar esta salsa indispensable en algunos platos, pero esta es la que ha hecho mi madre toda la vida y la que más nos gusta en casa. Es fácil de elaborar y no corremos el peligro de que quede sabor a harina cruda. Efectivamente no es la versión francesa, pero está riquísima y no salen grumos. La podéis preparar con cualquier tipo de bebida vegetal, de arroz, de soja, de espelta…pero esta de hoy es con leche de vaca. Vamos con los pasos y comprobaréis lo sencilla que es.
Lo primero que haremos será rallar la cebolla y reservar.
Ahora calentamos el aceite en un cazo y cuando esté listo le añadimos la cebolla. Bajamos el fuego y la pochamos hasta que esté un poco transparente, momento en el que añadiremos la harina y removeremos hasta que se forme una pastita espesa. No tiene que quedar ningún resto de harina cruda.
A continuación empezamos a añadir la leche, poco a poco y removemos sin parar con la batidora de mano, y le vamos añadiendo leche vegetal hasta que le encontremos el punto de espesor que nos guste. Vamos cocinando a fuego lento durante unos minutos.
Le añadimos nuez moscada y sal al gusto, probamos y rectificamos si fuera necesario.
En el supuesto caso que salieran grumos, cosa que no debe pasar si hemos estado removiendo bien, existe solución. Una vez terminada, la pasamos por la batidora eléctrica y los deshacemos. Solucionado. O la colamos, cualquiera de las dos cosas nos solucionaría el problema y lista para utilizar en nuestra receta.
Buen provecho!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que haremos será rallar la cebolla y reservar.
Ahora calentamos el aceite en un cazo y cuando esté listo le añadimos la cebolla. Bajamos el fuego y la pochamos hasta que esté un poco transparente, momento en el que añadiremos la harina y removeremos hasta que se forme una pastita espesa. No tiene que quedar ningún resto de harina cruda.
A continuación empezamos a añadir la leche, poco a poco y removemos sin parar con la batidora de mano, y le vamos añadiendo leche vegetal hasta que le encontremos el punto de espesor que nos guste. Vamos cocinando a fuego lento durante unos minutos.
Le añadimos nuez moscada y sal al gusto, probamos y rectificamos si fuera necesario.
En el supuesto caso que salieran grumos, cosa que no debe pasar si hemos estado removiendo bien, existe solución. Una vez terminada, la pasamos por la batidora eléctrica y los deshacemos. Solucionado. O la colamos, cualquiera de las dos cosas nos solucionaría el problema y lista para utilizar en nuestra receta.
Buen provecho!