Para hacer esta receta sólo tenemos que tener a mano el número de teléfono de los bomberos! Madre mía lo que pica!! Aviso que es sólo para personas muy osadas e inconscientes, amantes del picante absolutos. Abstenerse los que vayan a necesitar pañuelos para las lágrimas. A su favor diré que aparte de que está buenísimo no es un picante de esos que solapan los sabores de los demás ingredientes, no, a pesar de picar, el resto de ingredientes no pierden protagonismo.
Y bien, querid@s??? nos atrevemos? Vamos allá!
Lo primero que haremos será cocer las patatas en su propia piel en agua con sal porque será lo que más tiempo tarde.
A continuación, lavamos la quínoa y la ponemos a hervir a fuego medio en agua con sal y tapadita.
Dos partes de agua por una de quínoa. Cuando esté lista, la reservamos.
Los rocotos los encontraremos fácilmente en tiendas latinas e incluso en algunos locutorios, como es el caso donde yo vivo, generalmente congelados. Una vez dicho esto…
lavamos y vaciamos los rocotos, y los hervimos 2 veces durante 3 minutos cada vez en agua con sal y cambiándoles el agua. La tercera haremos seguiremos el mismo procedimiento pero con azúcar.
Una vez seguidos estos pasos, los dejamos escurrir bien.
Ahora vamos a preparar el relleno.
Pochamos la cebolla y los ajitos en una sartén hasta que estén doraditos. Mientras esperamos, vamos picando el tofu con un tenedor hasta dejarlo completamente desmenuzado.
Una vez listo lo añadimos a la sartén, así como la quínoa. Removemos todo muy bien y añadimos las especies y corregimos de sal.
Una vez preparado todo esto, cortamos unas aceitunas y las añadimos al relleno.
Pelamos las patatas y las ponemos de base sobre una fuente de barro. Rellenamos los rocotos y les ponemos por encima un poco de queso tipo mozzarella vegano. Vertemos la bebida de soja por encima, un poco más de queso sobre las patatas y un chorrito de aceite de oliva sobre los rocotos y los horneamos durante unos 15 minutos a unos 200º.
Una vez listos, dejarlos que pierdan un poco de calor, que están más ricos tibios.
Soplad, soplad!! Buen provecho!!!!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que haremos será cocer las patatas en su propia piel en agua con sal porque será lo que más tiempo tarde.
A continuación, lavamos la quínoa y la ponemos a hervir a fuego medio en agua con sal y tapadita.
Dos partes de agua por una de quínoa. Cuando esté lista, la reservamos.
Los rocotos los encontraremos fácilmente en tiendas latinas e incluso en algunos locutorios, como es el caso donde yo vivo, generalmente congelados. Una vez dicho esto…
lavamos y vaciamos los rocotos, y los hervimos 2 veces durante 3 minutos cada vez en agua con sal y cambiándoles el agua. La tercera haremos seguiremos el mismo procedimiento pero con azúcar.
Una vez seguidos estos pasos, los dejamos escurrir bien.
Ahora vamos a preparar el relleno.
Pochamos la cebolla y los ajitos en una sartén hasta que estén doraditos. Mientras esperamos, vamos picando el tofu con un tenedor hasta dejarlo completamente desmenuzado.
Una vez listo lo añadimos a la sartén, así como la quínoa. Removemos todo muy bien y añadimos las especies y corregimos de sal.
Una vez preparado todo esto, cortamos unas aceitunas y las añadimos al relleno.
Pelamos las patatas y las ponemos de base sobre una fuente de barro. Rellenamos los rocotos y les ponemos por encima un poco de queso tipo mozzarella vegano. Vertemos la bebida de soja por encima, un poco más de queso sobre las patatas y un chorrito de aceite de oliva sobre los rocotos y los horneamos durante unos 15 minutos a unos 200º.
Una vez listos, dejarlos que pierdan un poco de calor, que están más ricos tibios.
Soplad, soplad!! Buen provecho!!!!