Hoy vamos a preparar una quiche y aprovechar las verduritas que nos ofrece el huerto en verano. Lo vamos a hacer con calabacines, que más adelante no los tendremos de temporada,y los echaremos de menos, aunque hay que decir que hoy en día encontramos de todo, todo el año, pero siempre es mejor comerlo cuando es su estación. Mantendremos el queso, los huevos y la nata, y nos grabaremos a fuego que no es para abusar, sí para disfrutarla, porque lo vamos a hacer, pero ocasionalmente. La preparación es muy sencilla, tan sólo hay que seguir 3-4 pasos. Queréis saber cuáles son? Pues adelante chefs!!
Lo primero que haremos para preparar nuestra quiche de calabacín será poner papel de hornear sobre el molde y precalentar el horno a 180º.
Cogemos la masa quebrada y la extendemos sobre el molde dándole forma de tarta, es decir levantándole los bordes que le sobran y extendiéndolos en las paredes del molde más o menos todos a la misma altura. Ahora la horneamos durante 10 minutos.
Mientras, lavamos y cortamos los calabacines en rodajitas, y el puerro en cuadraditos.
Calentamos un poco de aceite en la sartén para pocharlos. Primero el puerro y cuando transparente un poco, añadimos el calabacín. Cocinamos durante unos minutos hasta que estén listos. Recordad dejarlos al dente.
Una vez horneada la masa, la sacamos y reservamos.
Ahora cogemos un bol y añadimos los huevos y la nata de soja y batimos hasta que esté bien espumoso.
Incorporamos el queso, bien rallado, bien a taquitos y a continuación las verduras. Removemos a mano todos los ingredientes hasta que se integren bien y le añadimos la sal y la pimienta negra recién molida.
Ahora vertemos esta mezcla sobre la masa quebrada que habíamos horneado y la repartimos bien. Una vez hecho esto, nuestra quiche casera estará lista para meterla en el horno. La cocinaremos a 200 º, aproximadamente media hora, pero el color dorado nos lo irá diciendo. Si tenéis alguna duda, hacéis la prueba del palito de madera. Pincháis y si sale limpio está lista para comer.
Ya la tenemos, corriendo a la mesa que este olorcito no hay quién lo resista!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que haremos para preparar nuestra quiche de calabacín será poner papel de hornear sobre el molde y precalentar el horno a 180º.
Cogemos la masa quebrada y la extendemos sobre el molde dándole forma de tarta, es decir levantándole los bordes que le sobran y extendiéndolos en las paredes del molde más o menos todos a la misma altura. Ahora la horneamos durante 10 minutos.
Mientras, lavamos y cortamos los calabacines en rodajitas, y el puerro en cuadraditos.
Calentamos un poco de aceite en la sartén para pocharlos. Primero el puerro y cuando transparente un poco, añadimos el calabacín. Cocinamos durante unos minutos hasta que estén listos. Recordad dejarlos al dente.
Una vez horneada la masa, la sacamos y reservamos.
Ahora cogemos un bol y añadimos los huevos y la nata de soja y batimos hasta que esté bien espumoso.
Incorporamos el queso, bien rallado, bien a taquitos y a continuación las verduras. Removemos a mano todos los ingredientes hasta que se integren bien y le añadimos la sal y la pimienta negra recién molida.
Ahora vertemos esta mezcla sobre la masa quebrada que habíamos horneado y la repartimos bien. Una vez hecho esto, nuestra quiche casera estará lista para meterla en el horno. La cocinaremos a 200 º, aproximadamente media hora, pero el color dorado nos lo irá diciendo. Si tenéis alguna duda, hacéis la prueba del palito de madera. Pincháis y si sale limpio está lista para comer.
Ya la tenemos, corriendo a la mesa que este olorcito no hay quién lo resista!