Queréis un queso especial para fundir, sabroso y sin una pizca de grasa? Pues sin duda, éste es vuestro queso. Vuestro, nuestro y para compartir sin límites ni fronteras, porque es algo que debería probar todo el mundo. A nosotros nos encanta porque los quesos veganos que se comercializan, en su gran mayoría, están hechos con aceite de coco, y aunque están ricos, a nosotros nos acaba resultando pesado tanto sabor a coco. Esta versión además de ser mucho más asequible es más sana debido a su ausencia de materia grasa. Así queeeeee, no hay excusa, no? Vamos a ello!!
Lo primero que vamos a hacer es poner el almidón de maíz en una taza y añadirle la cantidad necesaria de bebida de soja para deshacerlo. Esto nos evitará grumos posteriores.
A continuación, ponemos lo que nos queda de bebida de soja a calentar y dejamos que llegue a ebullición. Bajamos el fuego y le añadimos el vinagre, la sal y el agar agar. Removemos durante un par de minutos.
Pasado este tiempo, le vamos añadiendo poco a poco el almidón sin dejar de remover y le vamos agregando las especias.
Seguimos removiendo a fuego bajo durante unos 8-10 minutos o hasta que veamos que ha espesado del todo.
Y así de fácil hemos conseguido hacer nuestro quesito.
Ahora untamos un molde con aceite de oliva y vertemos el contenido dentro. Dejamos que se atempere un poco y lo metemos a la nevera.
Una vez frío, sólo nos queda desmoldarlo y disfrutarlo.
Se puede congelar perfectamente, de hecho nosotros lo congelamos por porciones para emplear en nuestra pizza semanal.
Muy buen provecho!!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que vamos a hacer es poner el almidón de maíz en una taza y añadirle la cantidad necesaria de bebida de soja para deshacerlo. Esto nos evitará grumos posteriores.
A continuación, ponemos lo que nos queda de bebida de soja a calentar y dejamos que llegue a ebullición. Bajamos el fuego y le añadimos el vinagre, la sal y el agar agar. Removemos durante un par de minutos.
Pasado este tiempo, le vamos añadiendo poco a poco el almidón sin dejar de remover y le vamos agregando las especias.
Seguimos removiendo a fuego bajo durante unos 8-10 minutos o hasta que veamos que ha espesado del todo.
Y así de fácil hemos conseguido hacer nuestro quesito.
Ahora untamos un molde con aceite de oliva y vertemos el contenido dentro. Dejamos que se atempere un poco y lo metemos a la nevera.
Una vez frío, sólo nos queda desmoldarlo y disfrutarlo.
Se puede congelar perfectamente, de hecho nosotros lo congelamos por porciones para emplear en nuestra pizza semanal.
Muy buen provecho!!