Si tenéis golosos en casa y queréis apostar a caballo ganador no dejéis de hacer este postre. La combinación de ambos chocolates es perfecta, ya que el blanco aporta el dulzor y la suavidad y el negro la pureza del cacao. Lo único que se va a escuchar en la mesa al servirlo van a ser onomatopeyas tipo: uuummmm, ooohhh, aahhh...en fin, con eso os lo digo todo. Y no valen los remordimientos de conciencia, un día es un día, no es un postre para todos los días de la semana pero hay que darse el gusto de vez en cuando, y si eres deportista más que de vez en cuando-)) La única pega es que se hace súper súper rápido y corremos el peligro de querer hacerlo muchas veces! Vamos reposter@s!!
Lo primero que haremos será montar 250 gr de nata bien fría e ir añadiéndole la mitad del azúcar. Reservamos en la nevera.
Ahora ponemos la mitad de la bebida de soja en un plato, rompemos el chocolate negro a pedacitos y lo vamos incorporando. Lo metemos en el micro o en un cazo y lo vamos calentando para que se derrita. Cuidado de no quemarlo. Mejor ir sacándolo para comprobarlo. Con un poco que se caliente la soja dará para ir deshaciendo el chocolate. Lo removemos hasta que esté completamente disuelto e integrado en el líquido y dejamos que vaya enfriando.
Cogemos ahora los otros 250 gr de nata fría y los montamos como antes. Le vamos incorporando la mitad del azúcar que nos quedaba y una vez montada, la reservamos en la nevera.
Y con el chocolate blanco vegano seguimos el mismo procedimiento que con el negro. Lo ponemos en un plato con la bebida de soja y lo deshacemos con la ayuda del micro. Lo removemos bien y reservamos para que se vaya enfriando.
Ahora sacamos una de las natas montadas y le añadimos la mezcla de chocolate negro y removemos con cuidado hasta que esté bien mezclada. Repartimos en los vasitos a partes iguales.
Y hacemos lo mismo con la mezcla de chocolate blanco. Sacamos la nata que teníamos reservada y le añadimos la mezcla. Removemos con cuidado y repartimos justo encima del chocolate negro con cuidado que no se mezclen, aunque no suele pasar, es espesito.
Ahora los envolvemos con papel film y a la nevera y a la hora de servir podemos ponerle unas bolitas de chocolate, o sirope o unos fideos de choco, lo que más os guste.
Fácil, rápido y delicioso!!!
A disfrutarlo-))
Ingredientes
Pasos
Lo primero que haremos será montar 250 gr de nata bien fría e ir añadiéndole la mitad del azúcar. Reservamos en la nevera.
Ahora ponemos la mitad de la bebida de soja en un plato, rompemos el chocolate negro a pedacitos y lo vamos incorporando. Lo metemos en el micro o en un cazo y lo vamos calentando para que se derrita. Cuidado de no quemarlo. Mejor ir sacándolo para comprobarlo. Con un poco que se caliente la soja dará para ir deshaciendo el chocolate. Lo removemos hasta que esté completamente disuelto e integrado en el líquido y dejamos que vaya enfriando.
Cogemos ahora los otros 250 gr de nata fría y los montamos como antes. Le vamos incorporando la mitad del azúcar que nos quedaba y una vez montada, la reservamos en la nevera.
Y con el chocolate blanco vegano seguimos el mismo procedimiento que con el negro. Lo ponemos en un plato con la bebida de soja y lo deshacemos con la ayuda del micro. Lo removemos bien y reservamos para que se vaya enfriando.
Ahora sacamos una de las natas montadas y le añadimos la mezcla de chocolate negro y removemos con cuidado hasta que esté bien mezclada. Repartimos en los vasitos a partes iguales.
Y hacemos lo mismo con la mezcla de chocolate blanco. Sacamos la nata que teníamos reservada y le añadimos la mezcla. Removemos con cuidado y repartimos justo encima del chocolate negro con cuidado que no se mezclen, aunque no suele pasar, es espesito.
Ahora los envolvemos con papel film y a la nevera y a la hora de servir podemos ponerle unas bolitas de chocolate, o sirope o unos fideos de choco, lo que más os guste.
Fácil, rápido y delicioso!!!
A disfrutarlo-))