La papa a la huancaína es muy popular en todo el Perú, siendo su ciudad de origen, Huancayo.
Los primeros registros de este plato datan del s. XIX. En aquel tiempo se servía caliente, pero con el paso de los años la costumbre se ha transformado en consumirla fría. La consumáis como la consumáis está igualmente deliciosa.
El ají le dará un toque picantito pero muy agradable, es algo especial, está muy muy rica esta salsa, os la recomendamos encarecidamente. La tenéis que probar, no la perdáis de vista. Si queréis la receta vegana sólo tendréis que prescindir de ponerle huevo duro, la salsa es completamente de origen vegetal.
Y bien, mis chefs internacionales, vamos a la mesa de trabajo!
Lo primero que haremos será lavar las patatas y cocerlas en agua y sal con su propia piel.
Mientras ponemos en otro cazo los huevos y los cocemos también durante 10 minutos. Una vez listos, los ponemos bajo el chorro de agua fría para que conserven la yemita bien amarilla.
A continuación, vamos a preparar la salsa.
Calentamos aceite en una sartén y pochamos a fuego medio la cebollita y el ajo. Dejamos unos minutos mientras sacamos las semillas de los ajíes y los cortamos a trozos pequeñitos.
Estos pimientitos los encontraremos en cualquier tienda latina y puede que en alguna gran superficie, yo acostumbro a comprarlos en estas tiendas. Generalmente los podemos encontrar congelados, seguro que no es exactamente lo mismo que frescos, pero nos hace su función oye, que para disfrutar de una receta de más allá del charco, con algún “pero” nos íbamos a topar.
Bueno, pues una vez pochada la cebollita, añadimos los ajíes y les damos unas vueltas. Ahora picamos el tofu con la ayuda de un tenedor y se lo añadimos. Removemos, añadimos sal y cocinamos unos pocos minutos.
Probamos de sal y de picante, porque aún estaríamos a tiempo de añadir ají si nos gustara más picantito.
Para mí el límite para estas cantidades está en tres, pero eso va a gustos.
Si está correcto de sal y de picante, le añadimos la nata de soja y dejamos al fuego hasta que reduzca bastante.
A continuación ponemos la salsa en un recipiente donde podamos triturarla, le añadimos los crackers y con la ayuda de una batidora la trabajamos hasta que quede una salsita homogénea.
Ya está listo para emplatar. Pelamos y cortamos las patatas y las servimos en el plato con un poco de lechuga, que es como tradicionalmente se sirve en su país de origen. Vertemos salsa por encima y decoramos con huevo duro y unas aceitunas negras.
Y más que misión cumplida! Impresionantemente fácil, sano y con ese toque picantito que nos va a alegrar el día!
Buen provecho chefs!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que haremos será lavar las patatas y cocerlas en agua y sal con su propia piel.
Mientras ponemos en otro cazo los huevos y los cocemos también durante 10 minutos. Una vez listos, los ponemos bajo el chorro de agua fría para que conserven la yemita bien amarilla.
A continuación, vamos a preparar la salsa.
Calentamos aceite en una sartén y pochamos a fuego medio la cebollita y el ajo. Dejamos unos minutos mientras sacamos las semillas de los ajíes y los cortamos a trozos pequeñitos.
Estos pimientitos los encontraremos en cualquier tienda latina y puede que en alguna gran superficie, yo acostumbro a comprarlos en estas tiendas. Generalmente los podemos encontrar congelados, seguro que no es exactamente lo mismo que frescos, pero nos hace su función oye, que para disfrutar de una receta de más allá del charco, con algún “pero” nos íbamos a topar.
Bueno, pues una vez pochada la cebollita, añadimos los ajíes y les damos unas vueltas. Ahora picamos el tofu con la ayuda de un tenedor y se lo añadimos. Removemos, añadimos sal y cocinamos unos pocos minutos.
Probamos de sal y de picante, porque aún estaríamos a tiempo de añadir ají si nos gustara más picantito.
Para mí el límite para estas cantidades está en tres, pero eso va a gustos.
Si está correcto de sal y de picante, le añadimos la nata de soja y dejamos al fuego hasta que reduzca bastante.
A continuación ponemos la salsa en un recipiente donde podamos triturarla, le añadimos los crackers y con la ayuda de una batidora la trabajamos hasta que quede una salsita homogénea.
Ya está listo para emplatar. Pelamos y cortamos las patatas y las servimos en el plato con un poco de lechuga, que es como tradicionalmente se sirve en su país de origen. Vertemos salsa por encima y decoramos con huevo duro y unas aceitunas negras.
Y más que misión cumplida! Impresionantemente fácil, sano y con ese toque picantito que nos va a alegrar el día!
Buen provecho chefs!