En casa los ñoquis nos gustan en todas sus formas y variantes, cual de todas más rica! pero la suavidad que les aporta la calabaza es algo ya que traspasa fronteras hacia otra dimensión. Resultan muy sencillos de hacer y no nos llevará demasiado tiempo para lo que vamos a obtener. Vale mucho la pena hacerlos, como se suele decir en el mundo del celuloide, cualquier parecido con los procesados es pura coincidencia, aunque yo tengo que reconocer que jamás he comido uno de un paquete, pero después de comer estos, vosotr@s creo que tampoco lo haréis. Nos divertimos un rato en la cocina?? Vamos!
Bueno, pues lo primero que vamos a hacer es asar la calabaza en el horno. Lo ponemos a unos 210-220º por arriba y por abajo y la horneamos hasta que esté lista. No os indico un tiempo porque dependerá del tamaño del trozo que vayamos a meter, así que lo más sencillo es comprobar con un palito de madera cuando está lista.
Una vez asada y fría, la ponemos en un bol y la trituramos con un tenedor.
A continuación, añadimos la mezcla de harinas, el huevo, las especias y la sal.
Removemos todo muy bien y lo metemos en la nevera mientras preparamos la salsa.
Aquí os dejo el enlace para que veáis cómo se elabora la salsa de almendras.
Una vez lista, la reservamos.
Ahora sacamos la masa de los ñoquis de la nevera, enharinamos la superficie de trabajo, y vamos formando cilindros de unos 2 cm de diámetro sobre la harina para evitar que se peguen, los vamos cortando en porciones y dejándolos en un plato hasta que los tengamos todos.
A continuación, ponemos agua a hervir y cuando llegue a ebullición, empezamos a cocer los ñoquis por tandas. Atención que en cuanto floten están listos, en más o menos minuto y medio cada tanda.
Una vez hervidos todos, sólo nos queda ponerles la salsa por encima y disfrutar de esta delicia.
En casa con estas cantidades nos da para tres personas, pero si hay alguien en la vuestra que come por dos, ya sabéis…
Buen provecho cocinillas!!
Ingredientes
Pasos
Bueno, pues lo primero que vamos a hacer es asar la calabaza en el horno. Lo ponemos a unos 210-220º por arriba y por abajo y la horneamos hasta que esté lista. No os indico un tiempo porque dependerá del tamaño del trozo que vayamos a meter, así que lo más sencillo es comprobar con un palito de madera cuando está lista.
Una vez asada y fría, la ponemos en un bol y la trituramos con un tenedor.
A continuación, añadimos la mezcla de harinas, el huevo, las especias y la sal.
Removemos todo muy bien y lo metemos en la nevera mientras preparamos la salsa.
Aquí os dejo el enlace para que veáis cómo se elabora la salsa de almendras.
Una vez lista, la reservamos.
Ahora sacamos la masa de los ñoquis de la nevera, enharinamos la superficie de trabajo, y vamos formando cilindros de unos 2 cm de diámetro sobre la harina para evitar que se peguen, los vamos cortando en porciones y dejándolos en un plato hasta que los tengamos todos.
A continuación, ponemos agua a hervir y cuando llegue a ebullición, empezamos a cocer los ñoquis por tandas. Atención que en cuanto floten están listos, en más o menos minuto y medio cada tanda.
Una vez hervidos todos, sólo nos queda ponerles la salsa por encima y disfrutar de esta delicia.
En casa con estas cantidades nos da para tres personas, pero si hay alguien en la vuestra que come por dos, ya sabéis…
Buen provecho cocinillas!!