Los ñoquis son un plato típico italiano aunque por suerte traspasaron fronteras hace años y podemos disfrutarlos también en nuestras casas. Se elaboran básicamente con patata y harina y se pueden acompañar con infinidad de salsas. Si os soy sincera nunca los he comido precocinados y como en casi todo, no creo que se pueda ni comparar con los caseros. Pero es que no se necesita tanto tiempo para prepararlos, y el resultado es tan delicioso que merece la pena. En realidad esta receta me da para 3 raciones, pero siempre congelo una para días en los que voy muy liada. Veréis que es muy sencilla y sale deliciosa, pero lleva algo más de tiempo que las que os propongo para el día a día.
Empezaremos por cocer las patatas en agua con sal, peladas y troceadas, no muy pequeñas para evitar que se deshagan.
Una vez listas, las ponemos en un bol y las trituramos con un tenedor o pisa patatas.
Ahora añadimos el sustituto de huevo, la sal y la harina. Esta última la vamos a ir incorporando poco a poco, por si no necesitara los 100 gr ya que depende de la patata. Empezamos a trabajar la masa con las manos y así notaremos más fácilmente si la patata nos pide más harina o no. Tiene que quedar una masa homogénea, fácil de trabajar y de textura no pegajosa.
Cuando tengamos nuestra masa preparada, la dividimos en 4 porciones y con cada una de ellas hacemos un cilindro de unos 2’5 cm aproximadamente y empezamos a cortar los ñoquis del tamaño que más o menos nos guste. Yo los hago como la yema de un dedo. Como los que habréis visto más de una vez de paquete.
Los vamos cortando, poniendo en un plato y reservando en la nevera mientras que preparemos la salsa.
Si queréis podéis clavarle ligeramente los dientes del tenedor una vez hechas las “bolitas” para decorarlos un poco, o con la accesorio para dar forma a los ñoquis, pero quedan igual de bonitos si no lo hacéis.
La salsa:
Su elaboración es más que fácil.
Lo primero que haremos será lavar y cortar los calabacines con la forma deseada. A nosotros nos gusta darles forma de spaguetti con el cortador de verduras.
Una vez listos, los salteamos en una sartén hasta que estén al dente.
Mientras se van haciendo escurrimos los tomates que habremos tenido a remojo durante la noche y los cortamos.
Los añadimos a la sartén y cocinamos un par de minutos junto a los calabacines.
A continuación, añadimos una cucharada de harina y la tostamos un poco junto a las verduras.
Una vez bien integrada,agregamos un chorrito de vino blanco, removemos y empezamos a añadir la cantidad de agua que vaya demandando la salsa hasta quedarse con la textura que nos guste.
Rectificamos de sal, añadimos unas hierbas provenzales u orégano y reservamos.
Ahora ponemos en un cazo agua abundante con sal y llevamos a ebullición para empezar a hervir los ñoquis. Para la cantidad que nos han salido, deberíamos cocerlos en tres tandas para evitar que se peguen.
Se cuecen muy rápido. Cuando el agua esté lista, echamos la primera tanda y en cuestión de un minuto o dos, subirán a la superficie y entonces es el momento de sacarlos. Escurrimos y reservamos, y lo mismo hacemos con las otras dos tandas que nos quedan. Cuando los tengamos todos sólo queda servirlos.
Los repartimos en un plato, añadimos la salsa por encima y un poco de parmesano y que empiece la fiesta!
Buen provecho chefs!!
Ingredientes
Pasos
Empezaremos por cocer las patatas en agua con sal, peladas y troceadas, no muy pequeñas para evitar que se deshagan.
Una vez listas, las ponemos en un bol y las trituramos con un tenedor o pisa patatas.
Ahora añadimos el sustituto de huevo, la sal y la harina. Esta última la vamos a ir incorporando poco a poco, por si no necesitara los 100 gr ya que depende de la patata. Empezamos a trabajar la masa con las manos y así notaremos más fácilmente si la patata nos pide más harina o no. Tiene que quedar una masa homogénea, fácil de trabajar y de textura no pegajosa.
Cuando tengamos nuestra masa preparada, la dividimos en 4 porciones y con cada una de ellas hacemos un cilindro de unos 2’5 cm aproximadamente y empezamos a cortar los ñoquis del tamaño que más o menos nos guste. Yo los hago como la yema de un dedo. Como los que habréis visto más de una vez de paquete.
Los vamos cortando, poniendo en un plato y reservando en la nevera mientras que preparemos la salsa.
Si queréis podéis clavarle ligeramente los dientes del tenedor una vez hechas las “bolitas” para decorarlos un poco, o con la accesorio para dar forma a los ñoquis, pero quedan igual de bonitos si no lo hacéis.
La salsa:
Su elaboración es más que fácil.
Lo primero que haremos será lavar y cortar los calabacines con la forma deseada. A nosotros nos gusta darles forma de spaguetti con el cortador de verduras.
Una vez listos, los salteamos en una sartén hasta que estén al dente.
Mientras se van haciendo escurrimos los tomates que habremos tenido a remojo durante la noche y los cortamos.
Los añadimos a la sartén y cocinamos un par de minutos junto a los calabacines.
A continuación, añadimos una cucharada de harina y la tostamos un poco junto a las verduras.
Una vez bien integrada,agregamos un chorrito de vino blanco, removemos y empezamos a añadir la cantidad de agua que vaya demandando la salsa hasta quedarse con la textura que nos guste.
Rectificamos de sal, añadimos unas hierbas provenzales u orégano y reservamos.
Ahora ponemos en un cazo agua abundante con sal y llevamos a ebullición para empezar a hervir los ñoquis. Para la cantidad que nos han salido, deberíamos cocerlos en tres tandas para evitar que se peguen.
Se cuecen muy rápido. Cuando el agua esté lista, echamos la primera tanda y en cuestión de un minuto o dos, subirán a la superficie y entonces es el momento de sacarlos. Escurrimos y reservamos, y lo mismo hacemos con las otras dos tandas que nos quedan. Cuando los tengamos todos sólo queda servirlos.
Los repartimos en un plato, añadimos la salsa por encima y un poco de parmesano y que empiece la fiesta!
Buen provecho chefs!!