El verano es la época idónea para tomar un rico gazpacho, y es que contando con buena materia prima se hace casi sólo. No hay excusa que valga para no prepararlo en casa, es una receta flashhhh y tan fácil que la podemos hacer con los ojos cerrados. Amig@s de Súper Ratón, no olvidemos que hay que súper vitaminarse y mineralizarse, y no se me ocurre receta mejor que esta. Os explico cómo la hacemos en casa, aunque cada maestrillo tiene su librillo y podéis personalizarla a vuestro gusto. Os digo la nuestra.
Lo primero que haremos es lavar todas las verduras. Intentad adquirirlas de calidad, ya que notaréis la diferencia enormemente y a ser posible ecológicas, de esta manera no tendréis que prescindir de la piel, en donde se encuentra toda la fibra.
Una vez las tengamos lavaditas, las vamos a ir poniendo en la batidora de vaso. Troceamos los tomates y los añadimos, el pimiento, el pepino, la cebolla, el diente de ajo mejor si lo añadimos picado y arriba del todo ponemos el pan un poco desmenuzado.
Lo bañamos con el aceite y el vinagre (al gusto) y eso hará que se ablande en seguida.
Añadimos la sal y comenzamos a batir hasta que consigamos que todos los ingredientes estén triturados.
Ahora comprobamos la textura y añadimos agua al gusto, esto es muy particular, porque hay quién lo prefiere más líquido y quién lo prefiere más espesito. Lo mejor si tenéis dudas, es que vayáis añadiendo el agua poco a poco y que comprobéis cuando está como os gusta. Antes o después de añadir el agua es el momento también de corregir de sal, aceite o vinagre, y esto también va a gusto de cada uno. Siempre es mejor añadir poco a poco que pasarse.
Cuando lo tengamos con la textura que queremos y con el aliñado definitivo lo metemos en la nevera para que esté bien fresquito a la hora de servir.
Podéis servirlo con trocitos de verdura cortadita y picatostes, o sin nada de nada. Lo hagáis como lo hagáis os va a encantar.
Buen trabajo y buen provecho chefs!!
Ingredientes
Pasos
Lo primero que haremos es lavar todas las verduras. Intentad adquirirlas de calidad, ya que notaréis la diferencia enormemente y a ser posible ecológicas, de esta manera no tendréis que prescindir de la piel, en donde se encuentra toda la fibra.
Una vez las tengamos lavaditas, las vamos a ir poniendo en la batidora de vaso. Troceamos los tomates y los añadimos, el pimiento, el pepino, la cebolla, el diente de ajo mejor si lo añadimos picado y arriba del todo ponemos el pan un poco desmenuzado.
Lo bañamos con el aceite y el vinagre (al gusto) y eso hará que se ablande en seguida.
Añadimos la sal y comenzamos a batir hasta que consigamos que todos los ingredientes estén triturados.
Ahora comprobamos la textura y añadimos agua al gusto, esto es muy particular, porque hay quién lo prefiere más líquido y quién lo prefiere más espesito. Lo mejor si tenéis dudas, es que vayáis añadiendo el agua poco a poco y que comprobéis cuando está como os gusta. Antes o después de añadir el agua es el momento también de corregir de sal, aceite o vinagre, y esto también va a gusto de cada uno. Siempre es mejor añadir poco a poco que pasarse.
Cuando lo tengamos con la textura que queremos y con el aliñado definitivo lo metemos en la nevera para que esté bien fresquito a la hora de servir.
Podéis servirlo con trocitos de verdura cortadita y picatostes, o sin nada de nada. Lo hagáis como lo hagáis os va a encantar.
Buen trabajo y buen provecho chefs!!