Mi propuesta de hoy es de unos calabacines rellenos de verduras, de sabores suaves y textura sedosa. Aprovechamos que están de temporada y de paso exprimimos sus propiedades al máximo. La receta es muy sencilla de hacer, pero es para disfrutar cocinando, recrearse con los colores, aromas, picando esto, picando lo otro, ay qué calabacines más ricos tengo, fíjate qué berenjena más esponjosa y cosas de ese tipo… Hoy vamos a alimentarnos bien y vamos a pasárnoslo mejor aún. Venga chefs, delantal en mano y al ataque!
Empezamos lavando los calabacines, quitándoles el extremo que se une al tallo y partiéndolos por la mitad, de manera longitudinal.
Con la ayuda de un cuchillo, los vaciamos y reservamos la pulpa que emplearemos luego.
Ahora ponemos la soja a remojo con agua y un chorrito de salsa de soja, durante un mínimo de 20 minutos. Seguid las instrucciones del fabricante. Pero oscila entre los 20-30 minutos.
Ahora lavamos la berenjena y las judías, las troceamos a cubitos y reservamos.
A continuación, picamos la cebolla y calentamos el aceite en el wok o sartén. Cuando esté listo, le añadimos la cebolla y empezamos a pocharla.
Cando esté un poco transparente, le añadimos la berenjena y las judías y mientras estas se hacen, vamos cortando a cubitos el calabacín restante. Cuando lo tengamos lo añadimos también al wok.
Le damos unas vueltas y añadimos sal.
Ahora escurrimos la soja y se la añadimos también.
Cogemos los tomates, los rallamos y se lo agregamos al relleno y seguimos dándole alguna vuelta y probando de sal.
Ahora preparamos la bechamel. Si no recordáis los pasos os los recuerdo.
La haremos así:
Lo primero que haremos será rallar la cebolla y reservar.
Ahora calentamos el aceite en un cazo y cuando esté listo le añadimos la cebolla. Bajamos el fuego y la pochamos hasta que esté un poco transparente, momento en el que añadiremos la harina y removeremos hasta que se forme una pastita espesa. No tiene que quedar ningún resto de harina cruda.
A continuación empezamos a añadir la bebida de soja, poco a poco y removemos sin parar con la batidora de mano, y le vamos añadiendo leche hasta que le encontremos el punto de espesor que nos guste. Vamos cocinando a fuego lento durante unos minutos.
Le añadimos nuez moscada y sal al gusto, probamos y rectificamos si fuera necesario.
En el supuesto caso que salieran grumos, cosa que no debe pasar si hemos estado removiendo bien, existe solución. Una vez terminada, la pasamos por la batidora eléctrica y los deshacemos. Solucionado.
Una vez lista la salsa, le añadimos un par de cucharadas al wok, removemos por última vez y ya podemos ponernos a rellenar los calabacines que tenemos reservados.
Precalentamos el horno a 220º por arriba y por abajo.
Los rellenamos bien, les ponemos salsa bechamel por encima, un poco de queso para gratinar y al horno.
Horneamos aproximadamente durante 20 minutos. Es mejor que pinchéis con un palito un calabacín para comprobar que esté listo, porque cada horno es un mundo y pueden varirar los tiempos.
Pues ya tenemos completada nuestra receta muy-sana y muy-buena.
Buen provecho grandes chefs!!!!
Ingredientes
Pasos
Empezamos lavando los calabacines, quitándoles el extremo que se une al tallo y partiéndolos por la mitad, de manera longitudinal.
Con la ayuda de un cuchillo, los vaciamos y reservamos la pulpa que emplearemos luego.
Ahora ponemos la soja a remojo con agua y un chorrito de salsa de soja, durante un mínimo de 20 minutos. Seguid las instrucciones del fabricante. Pero oscila entre los 20-30 minutos.
Ahora lavamos la berenjena y las judías, las troceamos a cubitos y reservamos.
A continuación, picamos la cebolla y calentamos el aceite en el wok o sartén. Cuando esté listo, le añadimos la cebolla y empezamos a pocharla.
Cando esté un poco transparente, le añadimos la berenjena y las judías y mientras estas se hacen, vamos cortando a cubitos el calabacín restante. Cuando lo tengamos lo añadimos también al wok.
Le damos unas vueltas y añadimos sal.
Ahora escurrimos la soja y se la añadimos también.
Cogemos los tomates, los rallamos y se lo agregamos al relleno y seguimos dándole alguna vuelta y probando de sal.
Ahora preparamos la bechamel. Si no recordáis los pasos os los recuerdo.
La haremos así:
Lo primero que haremos será rallar la cebolla y reservar.
Ahora calentamos el aceite en un cazo y cuando esté listo le añadimos la cebolla. Bajamos el fuego y la pochamos hasta que esté un poco transparente, momento en el que añadiremos la harina y removeremos hasta que se forme una pastita espesa. No tiene que quedar ningún resto de harina cruda.
A continuación empezamos a añadir la bebida de soja, poco a poco y removemos sin parar con la batidora de mano, y le vamos añadiendo leche hasta que le encontremos el punto de espesor que nos guste. Vamos cocinando a fuego lento durante unos minutos.
Le añadimos nuez moscada y sal al gusto, probamos y rectificamos si fuera necesario.
En el supuesto caso que salieran grumos, cosa que no debe pasar si hemos estado removiendo bien, existe solución. Una vez terminada, la pasamos por la batidora eléctrica y los deshacemos. Solucionado.
Una vez lista la salsa, le añadimos un par de cucharadas al wok, removemos por última vez y ya podemos ponernos a rellenar los calabacines que tenemos reservados.
Precalentamos el horno a 220º por arriba y por abajo.
Los rellenamos bien, les ponemos salsa bechamel por encima, un poco de queso para gratinar y al horno.
Horneamos aproximadamente durante 20 minutos. Es mejor que pinchéis con un palito un calabacín para comprobar que esté listo, porque cada horno es un mundo y pueden varirar los tiempos.
Pues ya tenemos completada nuestra receta muy-sana y muy-buena.
Buen provecho grandes chefs!!!!