Ojo!! L@s que no estéis preparad@s para asumir que a partir de ahora unas albóndigas fucsias con una salsa verde serán vuestro nuevo plato favorito no sigáis leyendo. Si al contrario os gusta sorprenderos y deleitaros con la buena mesa y los colores que son símbolo de salud, esta es vuestra receta. Este plato es digno merecedor del título 3b’s, ya sabéis, bueno, bonito y barato. Es muy sano, con un llamativo colorido y muy asequible, así que no perdamos más tiempo y vamos a ese rinconcito maravilloso llamado cocina!!
Para elaborar las albóndigas de remolacha en salsa de espinacas, empezaremos por lavar la remolacha y cocerla al vapor en caso de que la hayamos comprado fresca, si ya la tenemos cocida pues este paso nos lo saltamos.
A continuación, picamos la cebolla y los ajos, ponemos a calentar el aceite y cuando esté listo, los pochamos.
Cuando la cebolla empiece a estar transparente, añadimos el caldo de verduras. Cuando llegue a ebullición, bajamos el fuego e introducimos el mijo previamente lavado. Lo dejamos cocer aproximadamente 18 minutos, hasta que haya absorbido todo el caldo.
Mientras se cuece el cereal, pelamos y troceamos la remolacha y la pasamos por la batidora para triturarla.
Una vez cocido el mijo, dejamos que se enfríe un poco, y lo metemos en un bol. A continuación añadimos el puré de remolacha, la sal, la pimienta recién molida, las almendras y el pan rallado si fuera necesario. Removemos todo bien para que se integren todos los ingredientes, lo probamos por si tuviéramos que corregir de sal y lo metemos en la nevera para que vaya cogiendo cuerpo.
Ahora vamos a ir preparando la salsa.
Empezaremos picando la cebolla y lavando y cortando las espinacas.
Cuando tengamos preparados ambos ingredientes, calentamos aceite en una sartén o cacerola e introducimos la cebolla para pocharla.
Cuando esté lista, añadimos las espinacas y la sal. Cuando las espinacas hayan reducido su tamaño, añadimos la cucharada de harina y removemos bien para que se pueda tostar.
Ahora añadimos el vino y el agua y removemos.
A continuación agregamos la bebida de soja y seguimos removiendo. La cantidad de agua se puede modificar según preferencias. Si os gusta más líquida añadid un pelín más.
Ya está lista para pasarla por la batidora. Una vez hecho este paso la probamos por si la tuviéramos que corregir de sal. La reservamos.
Ahora ya sólo nos queda hacer las bolitas con la masa, enharinarlas y freírlas en abundante aceite caliente.
Conforme las vayamos sacando, las dejamos en papel absorbente para que pierdan el exceso de grasa y voilà, les ponemos su salsa y ya tenemos listas nuestras albondiguitas ricas.
Podéis ajustar la cantidad a las necesidades de vuestra casa pero a nosotros nos gusta hacer suficientes para poder congelar algunas y sacarlas en días de apuros y no tener que recurrir a comer cualquier cosa por falta de tiempo.
Que disfrutéis mucho estas deliciosas albóndigas, buen provecho!!
Ingredientes
Pasos
Para elaborar las albóndigas de remolacha en salsa de espinacas, empezaremos por lavar la remolacha y cocerla al vapor en caso de que la hayamos comprado fresca, si ya la tenemos cocida pues este paso nos lo saltamos.
A continuación, picamos la cebolla y los ajos, ponemos a calentar el aceite y cuando esté listo, los pochamos.
Cuando la cebolla empiece a estar transparente, añadimos el caldo de verduras. Cuando llegue a ebullición, bajamos el fuego e introducimos el mijo previamente lavado. Lo dejamos cocer aproximadamente 18 minutos, hasta que haya absorbido todo el caldo.
Mientras se cuece el cereal, pelamos y troceamos la remolacha y la pasamos por la batidora para triturarla.
Una vez cocido el mijo, dejamos que se enfríe un poco, y lo metemos en un bol. A continuación añadimos el puré de remolacha, la sal, la pimienta recién molida, las almendras y el pan rallado si fuera necesario. Removemos todo bien para que se integren todos los ingredientes, lo probamos por si tuviéramos que corregir de sal y lo metemos en la nevera para que vaya cogiendo cuerpo.
Ahora vamos a ir preparando la salsa.
Empezaremos picando la cebolla y lavando y cortando las espinacas.
Cuando tengamos preparados ambos ingredientes, calentamos aceite en una sartén o cacerola e introducimos la cebolla para pocharla.
Cuando esté lista, añadimos las espinacas y la sal. Cuando las espinacas hayan reducido su tamaño, añadimos la cucharada de harina y removemos bien para que se pueda tostar.
Ahora añadimos el vino y el agua y removemos.
A continuación agregamos la bebida de soja y seguimos removiendo. La cantidad de agua se puede modificar según preferencias. Si os gusta más líquida añadid un pelín más.
Ya está lista para pasarla por la batidora. Una vez hecho este paso la probamos por si la tuviéramos que corregir de sal. La reservamos.
Ahora ya sólo nos queda hacer las bolitas con la masa, enharinarlas y freírlas en abundante aceite caliente.
Conforme las vayamos sacando, las dejamos en papel absorbente para que pierdan el exceso de grasa y voilà, les ponemos su salsa y ya tenemos listas nuestras albondiguitas ricas.
Podéis ajustar la cantidad a las necesidades de vuestra casa pero a nosotros nos gusta hacer suficientes para poder congelar algunas y sacarlas en días de apuros y no tener que recurrir a comer cualquier cosa por falta de tiempo.
Que disfrutéis mucho estas deliciosas albóndigas, buen provecho!!